Monday, July 6, 2009

La democracia no termina el día de la elección

No es verdad que haya apatía entre los ciudadanos. El grupo que conformamos en contra del Partido Verde en la red de facebook es una muestra de ello. Encontramos en la red nuevas formas de organización y expresión. Y nuestra demanda encontró eco, no sólo en la red (Mundo Contact, Pijama Surf, Bionero, El Arsenal) también medios más tradicionales (Excelsior, Milenio, El Universal, el 830 de AM, entre otros ) dieron cuenta de nuestro grupo y sus objetivos. Nos manifestamos políticamente desde las "calles del internet" y fuimos escuchados. Nuestra participación debe continuar, no podemos ceder ahora.

Finalmente el Partido Verde no perdió su jugoso registro. Pero tampoco obtuvo el 9% que algunas encuestas le daban hace algunos meses y mucho menos el 12% que el ahora tristemente célebre senador Arturo Escobar (el de la maleta con 1millón de pesos) vaticinaba. El PVEM no ganó por si sólo ningún distrito de mayoría y demostró una vez más su oportunismo al obtener victorias únicamente en los distritos que fue coalición con el PRI. Después de una dispendiosa e insoportable campaña el PVEM sólo obtuvo el 6.5% de la votación

Nuestro grupo en apenas un mes logró reunir a mas de 10,700 personas que rechazan al Partido Verde. Una cantidad considerable si la comparamos con los grupos que los propios partidos políticos conformaron en la red de facebook. Este grupo constituye, en palabras del Dr. Víctor Toledo (premio nacional de ecología), sobre todo una "fuerza moral que debemos potenciar".

Agradezco a todos los miembros su intensa participación (690 wall posts, 25 temas de discusión, 36 imágenes, 66 vínculos y 2 videos). Y los invito a que mantengamos el foro activo. Los invito a que desde aquí hagamos un marcaje personal al PVEM. Sigamos concentrando aquí información que de cuenta de los embustes de este partido. Sigamos desde aquí produciendo mensajes para informar a la población y desenmascarar a esta organización.

Quedan muchos temas pendientes. Entre ellos la conformación de la bancada "verde" al servicio de las televisoras. Queda pendiente el cause que dará el PVEM a sus absurdas propuestas de campaña. Queda pendiente el millón de pesos que se le encontró al senador Escobar y las denuncias que por ese hecho presentaron PAN y PRD. Queda pendiente el dispendio en su campaña. Queda pendiente su corrupción y simulación ecológica. Queda pendiente su fascismo oportunista.

El niño "muerde" presumía anoche que más de 2 millones de mexicanos votaron por su partido. Estoy seguro que esta votación fue consecuencia de la desinformación. Así que nuestro reto es grande. En 3 años debemos crear los mensajes necesarios que informen a cada vez mas mexicanos y en el 2012 arrancarle la máscara al Partido Verde Ecologista de México para finalmente condenarlo a muerte.

Sunday, July 5, 2009

Día de Jornada Electoral 2009.

Al día de hoy, el Grupo en Facebook "Pena de Muerte al Partido Verde" cuenta con 10,688 miembros y contando...

Agradecemos tu participación hasta ahora y esperamos que a través de este Blog, del Grupo en Facebook o de Twitter, nos sigas apoyando con tus comentarios y participación.

México necesita de un cambio. México necesita de partidos serios y comprometidos. México necesita honorabilidad en su incipiente sistema democrático. México necesita de ti.

¡MUERTE AL PVEM!

Thursday, July 2, 2009

El Dr. Víctor Toledo, premio nacional de ecología 1997, escribe sobre el PVEM

PVEM: votar por la muerte
Víctor M. Toledo

Casi sin excepción, todos los partidos verdes del mundo conforman agrupaciones de ciudadanos que buscan una opción alternativa o diferente a la de la política convencional (sea de derecha, centro o izquierda). Surgidos en la década de los 70 del siglo pasado, los partidos ecologistas se erigieron en la expresión política principal de los movimientos pacifista y ambientalista, pero no exclusivamente, de Europa. Hoy existen más de 80 partidos verdes en el planeta, los cuales por lo común se basan en principios tales como la defensa de la naturaleza, los ambientes limpios, la democracia participativa o de base, los derechos de los pueblos indígenas, y la lucha por la paz y por una política de no violencia. De acuerdo con los verdes la adopción de esos principios debe conducir a la salud de los individuos, las sociedades y los ecosistemas.

Muchos recordamos con emoción a las decenas de miles de ciudadanos tomados de las manos haciendo aquellas cadenas humanas de cientos de kilómetros en las carreteras de Alemania. Hoy, ese país ha abandonado todo proyecto nuclear, y con el resto de las naciones de la Unión Europea ha dicho no a los alimentos transgénicos, y exige mayor control sobre las miles de sustancias tóxicas diseminadas por el ogro industrial en cada rincón del mundo.

Por supuesto que de la idea a la práctica, hay un gran trecho, y hoy cuatro décadas después los partidos verdes, que muy rara vez han logrado el voto de más de 15 o 20 por ciento del electorado, han sido obligados a establecer alianzas con sectores indeseables, han sufrido divisiones y deserciones, y, lo que es más grave, han sido penetrados por gente sin escrúpulos hasta convertirse en membretes para ocultar negocios, canonjías y prácticas deshonestas e incluso ilegales.

Ocupa el sitio estelar de esto último el llamado Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Fundado en 1993 bajo el amparo, poco discreto, de Manuel Camacho Solís, y el liderazgo y el capital de un mercader de las medicinas, el PVEM constituye un monumento a la inmundicia, que vino a certificar el ambiente de corrupción que ha caracterizado a la política en México. Su fundación coincide con un momento crucial en el que los ambientalistas mexicanos habíamos logrado una alianza amplia y una mínima organización de escala nacional, y entrábamos en una interesante fase de notoriedad política. Con su creación espuria desde el corporativismo, el PVEM ocupó de manera inmoral y artificial una posición en el espectro ideológico que sigue siendo peligrosa para el régimen dominante, no importa su color o tinte.

En estos 15 años, el PVEM ha hecho todo para mantenerse en el primer sitio mundial como una agrupación ilegítima, desde la violación a los más elementales mecanismos de la democracia interna de los partidos, hasta las alianzas más incongruentes y la corrupción de sus dirigentes. En su larga cadena de inmoralidades, destaca lo revelado por unos videos en febrero de 2004: ahí aparece su presidente, entonces senador de la República, negociando al estilo gangsteril 2 millones de dólares para conseguir a un conjunto de empresarios un permiso de inocuidad ambiental para construir hoteles y muelles de lujo en las riberas de Cancún.

Hoy, las propuestas del PVEM han rebasado el máximo nivel de incongruencia y ya transitan los laberintos de la demencia, al difundir como su consigna central la pena de muerte, idea repetida hasta la saciedad en miles de espectaculares colocados en todas las ciudades del país.

Hoy quienes voten por el PVEM deberán asumir que no solamente eligen una opción que no tiene nada que ver con la defensa de la vida, la naturaleza o el ambiente (no obstante su propaganda, discursos y sitios de Internet), ni con la paz y la no violencia, sino que arropan una posición siniestra, basada en la venganza del ojo por ojo, que es un retorno a la barbarie del ser humano.

En el país más absurdo del mundo, el partido que debería prodigarse en la defensa de la vida hoy impulsa el asesinato como castigo. Por detrás de la apariencia, verde, natural y silvestre, se esconde en realidad un partido de tucanes sanguinarios y de bosques que ocultan corrupciones.

Votar hoy por el PVEM es votar por la muerte. Negarle el voto es acariciar la posibilidad de que le sea retirado su registro. Una decisión que sería por igual un acto de congruencia ideológica y moral, un acto de limpieza en el ominoso panorama de los partidos políticos de México.